domingo, 20 de abril de 2014

DÍA 28. MILAGRO

¿Pueden suceder los milagros? No. ¿Suceden? ¡Sin duda!

Un milagro es la expresión del Ser Supremo, que quebranta su propia Ley (el devenir lógico del universo) como prueba de amor.

Tu parte egoísta nunca verá algo salirse de lo trillado. Mientras, tu yo real se ríe de esas limitaciones, saltando como un delfín en el océano.

No pierdas tu vitalidad para no caer en manos del enemigo.

Alejarse del bien es complicarse la vida, dejar de existir. Lucha contra esas tentaciones.


  El camino hacia el cielo pasa por un puente muy estrecho sobre el infierno.

Mantén tu alma limpia como un espejo donde la magnificencia pueda reflejarse. Y a nada temerás.


“Corazón mío: vive de manera que si tu pie resbala, un ángel te sostenga en sus manos.” (Hafiz)

Sintoniza con lo que te pide ese Poder Superior, más que con lo que 'quieres'. Si no puedes con un problema, déjalo en sus manos.

La Verdad está ahí, solo tienes que abrazarla y te iluminará como un relámpago.


“El amor verdadero hace milagros” –dice Amado Nervo–  “porque él mismo es el mayor milagro”.

Si has de enfrentar sufrimiento, recuerda que lo único real es el bien.

Tenía razón Ben Gurión al afirmar que quien no cree en los milagros no es realista.

Tu alma nadará feliz en esa claridad, segura de los brazos que han de acogerla cuando lo precise.


Confianza plena y pleno Amor: súmalo y verás florecer maravillas a tu alrededor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario