Como nos indica el ying-yan, el juego entre opuestos es lo que mueve el cosmos.
Pero los aspectos contrarios son al mismo tiempo complementarios. Forman una unidad superior.
Así vemos que las dificultades son positivas, si te hacen superarte.
Esa es la dinámica de la superación. “No luches contra el mundo, sino con el mundo”.
Haz de cada meta un paso.
Asumiendo la unión de los opuestos descubrirás la asombrosa belleza de la plenitud.
“Todo es lo Mismo Indiviso y lo Mismo está en Todo” (Vedas, 3000 a. C.)
El Cosmos cumple así su infinitud, jugando como un niño a ser mil Seres.
“La unidad es la variedad, y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo.” (I. Newton)
Si tú formas parte del Todo y a su vez ese todo está en ti, eso solo nos puede llevar a una conclusión:
Tú y el universo sois uno.
Si haces daño, te dañas. Si haces bien, te haces bien. Esa es la verdad cumbre.
Sal a luchar: luchar es ganar. Tú eres Todo, y todo es UNO.
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