Solo unos pocos te responderán con claridad: "Estaré gestionando mi propio negocio", "Casado con ...", "Con el título de...", "Trabajando en...", "Con un sueldo de..."
Y cuando pasen los dos años, te puedo asegurar que los del primer grupo estarán casi todos igual o peor. Mientras que los pocos que tienen sus objetivos claros los habrán logrado o no, pero sin duda estarán mejor que los primeros.
Tener OBJETIVOS marca la diferencia de los ganadores. Ellos saben a dónde se dirigen.
Imagina que te digo que me voy de vacaciones este mes y cuando me preguntas ¿a dónde? Respondo "no lo sé, cogeré el primer avión que salga ese día". Seguramente pensarías que voy a tener problemas por mi falta de planificación, y que probablemente el viaje acabará siendo una pesadilla. ¿No crees?
Pues bien, si nuestro viaje más importante -el trascurso de la vida- lo hacemos así, sin planificación, ¿qué otra cosa encontraremos que estrés y caos? Tendremos un montón de conflictos, iremos a parar a sitios que no nos gustan y dejaremos sin ver lo que nos apetecería. Acabaremos rendidos sin sacar provecho.
Tienes que trazarte metas. Saber por qué te vas a esforzar y mantener tu mente centrada en ello. Y mucho mejor que una meta es tener varias, a corto y largo plazo.
Además hay que distinguir entre META y DESEO. Si dices "quiero tener una casa grande" eso es un deseo, impreciso, sin fecha (y que por tanto se aplazará interminablemente) y sin un plan para lograrlo. Sin embargo si me dices "En enero del 2016 compraré la casa azul de la calle xxx, estoy ahorrando para ello", entonces me lo creo y casi te puedo ya felicitar.
- Necesitas ser CLARO con tus metas, decir QUÉ QUIERES con todos los detalles. (No 'un buen trabajo' sino 'un trabajo de encargado en la empresa X con sueldo de xxx')
- Tienes que poner FECHA de cumplimiento. Cuando pides algo a alguien le dices cuándo lo quieres ¿no?, pues lo mismo contigo.
- Has de estar dispuesto a pagar un PRECIO, decidir qué harás para alcanzar esa meta. ("Voy a ganar el campeonato de atletismo del año que viene, para ello entrenaré desde hoy 4 horas al día")
Las metas no tienen por qué ser grandes proyectos, también plantearte así las pequeñas cosas te ayudará a orientar tu vida: "Este fin de semana pintaré mi habitación" "De mañana no pasa que le diga a María lo que siento" "Este mes me leeré por fin ese libro"
Hoy puedes hacer la gran diferencia si te sientas a escribir alguna meta y te comprometes a alcanzarla. Puede ser algo sencillo como cumplir una dieta o un programa de ejercicios en un mes, o tan atrevido como sacar un título o montar un negocio propio en unos años. Cualquiera que sea tu meta, eso te va a centrar los pensamientos y orientar tus acciones diarias a lo positivo, dejarás de andar perdido y tendrás ya tu norte para avanzar. Tu vida entera cambiará.
Tira a la basura todo ese montón de 'quiero' y 'me gustaría', y en su lugar pinta un gran cartel que diga
VOY A HACERLO
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