Y tú, erre que erre. Sabes que es cierto y por muchos golpes que te lleves 'eres así'. Cabezota naciste y cabezota morirás.
¡Claro que podrías cambiar algunas cosillas de tu vida! Esas cosas que te permites un día sí y otro también 'porque te da la gana' aunque sabes que no te hacen bien. Y cuando alguien te lo echa en cara lo más suave que puede esperarse es que le digas 'es mi vida y hago con ella lo que quiero'... eso si tiene suerte y no lo mandas a freír monas.
Es genial que seas así. En serio. Esa tozudez significa que tienes sangre en las venas y que te niegas a que te manipulen. Si te empeñas en algo lo harás, por narices. Y esa es la principal cualidad de los ganadores.
De hecho, todos los buenos hábitos que tienes los conseguiste empeñándote en hacer algo una vez, y otra y otra. Piensa en todo lo bueno que lograste, y detrás verás una buena costumbre que supiste mantener durante días, meses o años. ¡Ser cabezota lleva a conseguir cosas!
Y sin embargo... Todavía no tienes todo lo que quisieras. Por desgracia en el mundo real 'hacer lo que quieres' no es compatible con 'tener lo que quieres'. Si quieres una cintura delgada, no te puedes dar esos caprichos dulces que tanto te gustan. Si quieres lucir firme y en forma, tienes que hacer deporte aunque no te apetezca. Para ganar dinero hay que trabajar duro. Para tener amigos hay que dedicarles tiempo. Por no hablar de los sacrificios diarios necesarios para mantener una buena relación de pareja y familiar.
Tus días son ladrillos, dime qué estás construyendo |
¿Significa eso que debes amoldarte? ¿Dejar de ser como eres y hacer cosas que no quieres hacer?
Bueno, esa es la solución triste... que no funciona. Ya sabes que hacer algo a disgusto nunca sale bien. Dietas con efecto yo-yó, rutinas de ejercicios que abandonas a las pocas semanas, trabajos que te estresan, un día de mal humor y acabas discutiendo con amigos por chorradas, amores que te hacen preguntarte cada día si no mereces más, familias que acaban por sacarte de quicio.
Afortunadamente hay otra solución. La solución del cabezota. ¡La tuya! Es empeñarte en que te guste ese hábito que necesitas. Decidir que 'porque te da la gana' vas a ser tú quien ponga más amor y esfuerzo en la familia, la pareja y los amigos. Pase lo que pase. ¡Porque tú eres así! Que te gusta comer bien y hacer deporte. Que ya no te apetece intoxicarte más con tabaco, alcohol o cualquier otra cosa que dañe tu cuerpo de cabezota. Y que disfrutas trabajando más horas y más duro que cualquiera. Empeñarte en tener lo que mereces y si para eso te tiene que gustar X o Y, pues ¡te va a gustar!
Ey, no empieces a pegar bufidos. ¡No te estoy engañando! Ahora mismo te encabezonas en que 'nunca' te podrá gustar esto o lo otro. Pero ahí te estás infravalorando. ¿No eres capaz de salirte siempre con la tuya? Seguro que si alguien te desafiase a vivir un día solo con buenos hábitos, le ganarías la apuesta.
¡Pues desafíate tú ahora! Primero piensa a dónde te llevarán cada uno de tus hábitos si lo mantuvieras durante los próximos 20 años ¿Te costaría un precio en salud, dinero o respeto de los tuyos? Entonces ese es un hábito a eliminar. Piensa también qué hábitos mejorarían tu vida caso de mantenerlos 2 décadas. Esos son los que tienes que adoptar. Escríbelos si puedes.
Y ahora el desafío ¿Crees que puedes pasar un día entero haciendo todas las cosas de la lista 'buena' y ninguna de la 'mala'? Yo pienso que si de verdad eres tan cabezota, puedes lograrlo ¿tú no?
Venga, mañana es el día definitivo. Haz la prueba y demuestra que de verdad puedes 'hacer lo que quieras'.
Hazlo solo durante un día y luego ...vuelve a leerte este texto. ¿Lo harás?